Poema 12

Es bueno, amor, sentirte cerca de mí en la noche, 
invisible en tu sueño, seriamente nocturna, 
mientras yo desenredo mis preocupaciones 
como si fueran redes confundidas. 
Ausente, por los sueños tu corazón navega, 
pero tu cuerpo así abandonado respira 
buscándome sin verme, completando mi sueño 
como una planta que se duplica en la sombra. 
Erguida, serás otra que vivirá mañana, 
pero de las fronteras perdidas en la noche, 
de este ser y no ser en que nos encontramos 
algo queda acercándonos en la luz de la vida 
como si el sello de la sombra señalara 
con fuego sus secretas criaturas.