Poema 36

Desde hace mucho tiempo la tierra te conoce: 
eres compacta como el pan o la madera, 
eres cuerpo, racimo de segura substancia, 
tienes peso de acacia, de legumbre dorada. 
Sé que existes no sólo porque tus ojos vuelan 
y dan luz a las cosas como ventana abierta, 
sino porque de barro te hicieron y cocieron 
en Chillan, en un horno de adobe estupefacto. 
Los seres se derraman como aire o agua o frío 
y vagos son, se borran al contacto del tiempo, 
como si antes de muertos fueran desmenuzados. 
Tú caerás conmigo como piedra en la tumba 
y así por nuestro amor que no fue consumido 
continuará viviendo con nosotros la tierra.